- Antonio, su padre acaba de fallecer y de él ha heredado una gran cantidad de empresas, ¿le da miedo?
Estoy acojonao con todo esto, aunque he estado a su lado desde pequeño y creo que puedo lidiar con todas las empresas, siempre tienes un miedo a que las cosas no funcionen de igual manera que cuando estaba él.
- ¿En qué consiste ese legado que le dejó?
Ahora mismo soy el dueño del Complejo Álvarez, regento unas cien casas rurales destinadas a las vacaciones rurales y tres hoteles.
- ¿El dinero da más buenos momentos que malos?
Bueno, hay que tener los pies en la tierra y lo importante es no perder la cabeza. Si te soy sincero, yo he perdido amigos por el dinero y también he conocido a otros muchos sólo por interés. A mí me ha dado muy buenos momentos, gracias a el dinero he podido permitirme unos caprichos que antes me hubiese sido imposible.
- ¿Cuáles son esos caprichos?
Una colección de motos. Soy un gran aficionado de las motos y no puedo evitarlo...
- ¿Cómo fue el paso de esa familia humilde que eráis a ser una de las más ricas de Extremadura?
Sinceramente casi no lo recuerdo, yo era muy pequeño y ha sido mi madre la que siempre nos ha mantenido la cabeza en su sitio.
- ¿Tiene más proyectos en mente?
Estoy montando una academia de cocina y me gustaría abrir otro restaurante.
- Sus restaurantes son de lujo, ¿se nota la crisis?
Yo no la he notado, quien acude frecuentemente a restaurantes de lujo no nota la crisis.
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